* La tortuga ya se está recuperando y su historia ha servido para sensibilizar sobre la crítica situación de su especie en nuestra región
Por Catherine E. Hart para JaltembaBayLife.com
En franca recuperación se encuentra ya ‘Jaltemba’, la pequeña tortuga Carey que fue rescatada hace cerca de un mes en las inmediaciones de la Bahía de Jaltemba, en Riviera Nayarit hace poco más de un mes y cuya historia ha logrado sensibilizar a la población local acerca de la crítica situación que enfrenta esta especie en nuestra región.
Durante la entrega más reciente acerca de esta tortuga se había informado que los permisos para transportarla al Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR-IPN) en Guasave se habían conseguido y que se esperaba remover el anzuelo de su graganta a la brevedad. Eso fue hace 20 días, ahora estamos complacidos en informar que Jaltemba ya se encuentra en camino a la recuperación.
Cuando Jaltemba llegó al CIIDIR en Sinaloa, se le tomaron radiografías para ver la posición exacta en la que se había atorado el enorme anzuelo. Ahí se vio claramente que removerlo no sería precisamente un procedimiento de rutina.
Los especialistas pasaron el día buscando varios métodos para la intervención. Aunque se podía alcanzar con el extractor de anzuelos diseñado especialmente para tortugas marina, este no podía ser utilizado pues Jaltemba presentaba una talla muy pequeña. Tan pronto como se lograba zafar el anzuelo con esta herramienta, volvía atorarse.
Para poder realizar con éxito la operación se requería ver con precisión lo que sucedía en la garganta del quelonio. Por supuesto, el CIIDIR no contaba con el equipo adecuado debido a su bajo presupuesto; por lo que se decidió visitar a Jesús Pineda, un veterinario de la localidad para pedirle ayuda y ver si el ultrasonido en su consultorio podía ayudar.
Después de varios intentos, quedó claro que un ultrasonido tampoco era suficiente y se tuvo que regresar a Jaltemba al Centro de Investigación. Se hacer una incisión precisa en la garganta de la tortuga que permitiera empujar el anzuelo evitando el riesgo real de cortar sus venas. Para poder ver la trayectoria del anzuelo y la dirección exacta en la que apuntaba, se necesitaba un endoscopio.
Pineda recomendó visita a Roy Quintero, un veterinario en el zoológico de Culiacán, quien después de escuchar sobre la historia de Jaltemba accedió a prestar su endoscopio al día siguiente.
El 14 de mayo pasado, quince días después del rescate a cargo de Red Tortuguera AC, Jaltemba había perdido mucho peso a pesar de ser alimentada con un tubo. Era ahora o nunca.
El trabajo en equipo fue fundamental. El siguiente martes tres biólogos y dos veterinarios sacaron a Jaltemba de su tanque y pusieron manos a la obra. Se insertó un tubo para mantener su mandíbula abierta y pasar por ahí el endoscopio, unas pinzas especiales se usaron para girar el anzuelo y alejarlo de las venas y el cerebro. Después se realizó una incisión de 3 milímetros en su garganta y se empujó el anzuelo cortando con las pinzas la punta, lo que permitió deslizar primero el resto del anzuelo y después la parte cortante con mucho cuidado. Se cerró la herida y el camino a la recuperación inicio.
A la siguiente mañana Jaltemba se veía más activa y se sumergía con mayor ánimo en el tanque. Se le suministraron antibióticos y, una semana después comenzó a comer sólidos de nuevo. Es fanática de camarones y calamares y de acuerdo con Alan Zavala si continúa todo bien será una tortuga obesa cuando sea liberada en julio próximo, por supuesto, en la Bahía de Jaltemba.
Se sabe tan poco acerca del comportamiento de las Tortugas Carey que ha crecido la expectativa de poderla rastrear y conocer sus movimientos mediante un transmisor satelital. Para poder conocer más de su comportamiento y de su hábitat se requiere comprar el transmisor que cuesta 16 mil pesos y el tiempo de satélite que requiere otra inversión de 30 mil. En un mes más vence el plazo para conseguir este equipamiento, antes de que sea liberada de nuevo.
Nos gustaría remarcar la importancia que la historia de Jaltemba ha tenido en el proceso de sensibilización de la población local sobre la importancia de preservar esta especie en riesgo de extinción. También agradecer el apoyo de las autoridades de Semarnat y Profepa, que facilitaron los permisos para salvar a Jaltemba, a Alan Zavala que arregló con diligencia recibir a Jaltemba en el centro de investigación; también a Paula Claussell, Jesús Pineda, Roy Quintero, Irving Gonzalez y Alonso Aguirre, que dieron su tiempo y esfuerzo para salvarla. Y a todo el staff y estudiantes del CIIDIR.
Finalmente, queremos agradecer a todos los que han seguido esta historia, nos gustaría verlos en Julio próximo – el día ocho aún por confirmar- durante su liberación en Rincón de Guayabitos.