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Una mujer acusó por primera vez en público por acoso sexual al aspirante a la candidatura presidencial republicana Herman Cain, para “poner rostro y dar voz” a otras mujeres que aseguran haber sido sus víctimas, después de que en los últimos días se hayan presentado tres denuncias similares contra él.
“Estoy aquí para dar un paso al frente y poner rostro y darle voz a las mujeres que no pueden o no quieren denunciarle por diferentes motivos, y por todas las mujeres que son asaltadas sexualmente”, afirmó hoy Sharon Bialek en una concurrida comparecencia ante la prensa en Nueva York.
Bialek, vestida con traje negro y visiblemente nerviosa, leyó un comunicado en el que detalló que el incidente con Cain ocurrió en Washington a mediados de julio de 1997, después de una cena a solas en la que la mujer pidió ayuda al entonces presidente de la Asociación Nacional de Restauración para encontrar trabajo.
La mujer aseguró que durante la cena, en un restaurante italiano de la capital estadounidense, Cain le preguntó por qué estaba ahí y ella dijo que “necesitaba trabajo”, a lo que él respondió con un “veré qué puedo hacer”, según la demandante, que compareció junto a su abogada, Gloria Allred, defensora de mujeres y casos de famosos.
De camino al hotel donde se hospedaba la mujer, Cain dijo que le quería enseñar las oficinas. “Entonces puso su mano en mi pierna por debajo de la falda y me acercó la cara a sus genitales”, denunció Bailek. “¿Qué haces?. Sabes que tengo novio. No he venido para esto”, le espetó, a lo que, según ella, él respondió: “Quieres un trabajo, ¿no?”.
La mujer, votante republicana y madre soltera de un hijo de 13 años, había perdido su empleo en una fundación de la Asociación Nacional de Restauración un mes antes del “contacto sexual inapropiado” de Cain, a quien había conocido a comienzos de 1997 durante un fiesta privada a la que asistió acompañada de su novio.
Según la mujer, en aquella fiesta, que tuvo lugar en Chicago después de un “inspirador” discurso de Cain, ella le preguntó “cuándo se presentaría como candidato a presidente”, y cuando un mes después se quedó sin empleo su novio le dijo que por qué no contactaba con él para pedirle ayuda.
“Quiero que sea sincero, señor Cain. Admita que fue inapropiado con otras personas”, añadió Bailek durante su comparecencia ante la prensa, en la que no admitió preguntas de los periodistas, y en la que detalló que hace un mes se encontró de nuevo con el ya aspirante a candidato.
La mujer contó que se acercó entonces a Cain y le preguntó directamente si se acordaba de ella, a lo que, según ella, él respondió “visiblemente incómodo” que sí, tras lo cual Bailek se cuestionó si ese hombre habría hecho a otras mujeres lo mismo que le hizo pasar a ella. “No estaría aquí si no fuera por las otras mujeres”, añadió.
El candidato, sometido a un intenso escrutinio después de que otras tres mujeres hayan alegado anónimamente que las acosó mientras estuvo al frente de esa asociación, ha reiterado que fue acusado “falsamente” por dos mujeres en la década de los noventa y que se demostró, tras una investigación, que las denuncias carecían de fundamento.
Herman Cain, único aspirante de raza negra en las primarias republicanas, se presentó a las elecciones como una persona completamente ajena al mundo político y ha liderado las encuestas de los candidatos republicanos.
El candidato, que ha presentado propuestas conservadoras, hizo su fortuna como empresario en el mundo de la alimentación, primero como gestor de restaurantes y después como dueño de una marca de pizzas.
