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Hieren a un hombre en asalto en Plaza Caracol

viernes, 4 de noviembre del 2011

Este viernes atacaron con arma de fuego al contador del hotel Los Tules al tratar de asaltarlo a las afueras del Bancomer.

Por Jorge Olmos Contreras
Fotos:Josué Pelayo

Si el miércoles ocurrió en Plaza Galerías, donde un grupo de al menos sujetos asaltó una joyería llevándose un botín estimado en más de cuatro millones de pesos, ahora le tocó a otra plaza, a Caracol, donde al igual que la primera, priva la negligencia e incapacidad de los cuerpos de seguridad privada y los administradores fallan al no brindar garantías a sus clientes y locatarios.

Esto quedó en evidencia la tarde de este viernes 04 de noviembre cuando un solitario ladrón intentó asaltar al contador de Los Tules de nombre José Antonio Peña, a quien pretendió arrebatarle varios fajos de billetes que antes había retirado de la sucursal Bancomer que se ubica en dicha plaza.

Como el profesionista se negó a ser atracado, el sujeto le disparó a quemarropa con un arma de fuego cuya bala atravesó el abdomen del contador, quien se desplomó herido, pero fue auxiliado por sus compañeros de trabajo y lo trasladaron rápidamente a la clínica del IMSS donde recibió apoyo médico.

Este intento de asalto no sólo exhibió la inseguridad que priva en Plaza Caracol, donde a veces sólo se ven dos agentes cuidando las áreas comunes, sino que también puso en evidencia a la empresa concesionaria del estacionamiento “Pare”, ya que no tiene el más mínimo cuidado para vigilar el área.

Lo peor es que la empresa no se hace responsable de muchos robos y deja a la suerte de los usuarios lo que les pueda suceder adentro, como le pasó al contador de Los Tules, que fue herido de bala justo a las afueras de Bancomer, entre el pasillo y el estacionamiento y nadie pudo detener al agresor.

Las autoridades municipales están obligadas a exigir cuentas a los concesionarios de este estacionamiento y a los administradores de Plaza Caracol, que cobran muy caro por la renta de un local comercial y no brindan la más mínima seguridad, ni a sus clientes ni a los visitantes.

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