Ante el crecimiento poblacional de 2 mil millones de habitantes en el mundo, es necesario incrementar el rendimiento de los cultivos en un 70% en los próximos 40 años, para enfrentar la crisis alimentaria internacionalmente, aseguró Eduardo Benítez Paulín, representante adjunto de la FAO en México.
En el marco del Congreso Nacional de Ciencias Agronómicas 2012, organizado por la Universidad Autónoma Chapingo, se estima que para el 2050 la producción anual de cereales tiene que ser de 3 mil millones de toneladas, comparadas con la producción de 2 mil 100 millones de toneladas actuales, “es decir, requeriremos un crecimiento del 70% en la obtención de estos alimentos”.
Puntualizó que la producción de carne, tendrá que alcanzar 543 millones de toneladas, comparadas con las 270 millones de las que se disponen en la actualidad, “requerimos de un crecimiento del 100%”.
Estableció que es preciso disminuir las pérdidas postcosecha en menos de un 30%, además de aumentar la inversión destinada a la agricultura, así como a infraestructura de almacenaje, dar prioridad a la investigación y desarrollo a los servicios de extensión, principalmente en las poblaciones menos favorecidas.
Destacó que para estas medidas serán imprescindibles políticas de mitigación y adaptación de la agricultura a los cambios climáticos que se registran.
“Efectos que tendrán el impacto más grave y afectará a millones de pequeños productores agrícolas, asentados en las zonas más vulnerables por los fenómenos extremos como las lluvias, lo cual incidirá en la presencia de plagas, enfermedades y maleza”, dijo.
Indicó que para obtener el 70% en el incremento en la generación de alimentos, se requiere ser más eficientes y eficaces en términos de productividad, mediante la tecnología y la innovación que se logre generar, para asegurar este porcentaje de crecimiento.
En tanto que el 30% restante se podrá atribuir a la ampliación de la superficie agrícola, debido a que en varias regiones del mundo esto está limitado.
Benítez Paulín, dijo que para conseguir el aumento en la producción de alimentos, los países en desarrollo, requieren una inversión neta en la agricultura debe ascender a 83 mil millones de dólares, es decir, un 50% más de lo que hoy se destina.
Al referirse a la situación de nuestro país, puntualizó que para tener seguridad alimentaria gran parte de los recursos se deben de canalizar a la formación de nuevas variedades de razas de animales que se adapten a las condiciones ambientales.
“Tarea nada sencilla, algo que instituciones como la Universidad Autónoma Chapingo tendrán mucho que señalar, porque gran parte de su trabajo se refiere a estas áreas”, señaló.
Precisó que es necesario transmitir la investigación al campo a través de un buen servicio de extensionismo, que garanticen a los productores el acceso a las tecnologías que sean compatibles y que cumplan con las normas relativas de inocuidad y calidad alimentaria, concluyó.