El Servicio Secreto investiga reportes noticiosos sobre otros viajes en los que sus empleados supuestamente contrataron prostitutas mientras implementaban medidas de seguridad en otros países, incluido El Salvador, antes de la llegada del presidente de Estados Unidos, indicó un funcionario de la agencia.
El funcionario, que solicitó mantener el anonimato porque la investigación se encuentra en curso, dijo que la agencia trata de determinar si los reportes son ciertos.
La televisora KIRO-TV de Seattle reportó el miércoles que el año pasado, durante un viaje a El Salvador, los agentes se habrían involucrado en conductas similares a las que desataron el escándalo por contratación de prostitutas que se reveló tras una visita presidencial a Colombia, donde Barack Obama participó en laCumbre de las Américas.
El reporte de la televisora incluyó también acusaciones de que funcionarios de la embajada de Estados Unidos y agentes del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) y del FBI han contratado de forma rutinaria los servicios de prostitutas en San Salvador.
La información fue dada a conocer horas después que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, dijo a los legisladores que lo sucedido en Colombia fue un incidente aislado y que le sorprendería si se tratara de un problema más grave.
El escándalo en Cartagena estalló el 12 de abril, cuando una disputa sobre un pago entre una prostituta y un agente del Servicio Secreto llegó al vestíbulo del Hotel Caribe. Desde entonces, una decena de empleados de la agencia, entre ellos dos supervisores, y 12 miembros de las fuerzas militares han sido implicados en el incidente.
Ocho de los empleados del Servicio Secreto han sido cesados, la agencia trata de revocar permanentemente la licencia de uno más y otros tres han sido exonerados pero enfrentarán una sanción administrativa.
Uno de los agentes del Servicio Secreto se hospedó en el hotel Hilton en Cartagena, donde Obama durmió durante la Cumbre de las Américas.
Poco se sabe sobre el destino de los seis soldados del ejército estadounidense, dos elementos del cuerpo de “marines”, dos integrantes de la Marina y un soldado de aviación de la Fuerza Aérea, pese a que el secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo esta semana que las licencias de todos ellos han sido suspendidas. Un 12mo efectivo, asignado a la Agencia de Comunicaciones de la Casa Blanca, unidad militar que ofrece vías de comunicación seguras para el presidente, ha sido relevado de su puesto en la Casa Blanca.
AP