El alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, actuó como si se negara a cooperar en una investigación por discriminación en medio de las risas de los asistentes a un acto de recaudación de fondos para un grupo contra la inmigración ilegal en Texas, de acuerdo con una grabación de audio.
El alguacil se burló de los políticos que pidieron la investigación y expresó desprecio hacia las autoridades federales que le investigaban y lo mantienen en la mira en los dos casos.
Los comentarios despectivos del alguacil Arpaio en 2009 fueron hechos cuando el Departamento de Justicia ya había iniciado una investigación sobre posible violación de los derechos civiles, por sus características redadas de inmigración, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estudiaba acusaciones de abuso de poder por las pesquisas del alguacil contra sus enemigos políticos.
En un discurso de septiembre de 2009 en Houston, Arpaio se jactó de que había arrestado a cientos de inmigrantes que vivían irregularmente en el país después que los políticos e investigadores federales comenzaron a escudriñar sus operativos. Afirmó que no iba a cooperar con la investigación, pero agregó que limitaría las redadas si se establecía que actuaba en contra de la ley.
“Pero no es así. Después que me persiguieron, hemos arrestado a 500 más en represalia”, dijo Arpaio, quien se autodenomina como “el alguacil más duro de Estados Unidos”, haciendo una pausa ante las risas y aplausos de los asistentes.
En una entrevista publicada el jueves, Arpaio defendió sus comentarios expresados ante el grupo Texanos por la Reforma de Inmigración, alegando que era un conjunto de bromas con la intención de mostrar que no se iba a amilanar ante los críticos.
“Estos no son discursos oficiales bajo juramento”, dijo el alguacil. “Es estrictamente un discurso ante ciertos grupos, a quienes les gusta escuchar lo que digo, porque saben que estoy bajo presión”, agregó.
El alguacil podría enfrentar una demanda que el Departamento de Justicia ha advertido que entablará por sus aseveraciones sobre los derechos civiles. Acusan a la oficina de Arpaio de ensañarse con los latinos con base en estereotipos y de tomar represalia contra quienes critican sus redadas.
Las negociaciones para llegar a un acuerdo en el caso fracasaron este mes antes de ir a la corte, cuando Arpaio se opuso a permitir que se designe un observador oficial de sus operaciones a fin de asegurar que su oficina no hace arrestos que violan los derechos constitucionales.
El FBI se abstuvo de dar información sobre su investigación. La fiscalía tampoco respondió cuando se le solicitó información.
La grabación del discurso en Texas fue entregada a The Associated Press recientemente por Joel Robbins, un abogado de Phoenix y detractor de Arpaio, quien dijo que le compró una copia al grupo después de enterarse del acto en un diario.
Entretanto, el alguacil afirma que lo único que lamenta de haber dado ese discurso es que usó las cifras equivocadas al referirse al número de inmigrantes arrestados después que comenzó la investigación sobre los derechos civiles.
“Estaba errado”, destacó Arpaio. “No eran 500. Eran miles”, agregó.
Agencias