La Oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió hoy al Gobierno de México una investigación exhaustiva e independiente sobre los sucesos del pasado sábado en el penal de Apodaca, en el que murieron 44 reclusos y se fugaron más de 20.
“Urgimos a las autoridades mexicanas a que se lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente sobre las muertes y la fuga de prisioneros”, manifestó en Ginebra la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani.
“Los responsables, incluidas las autoridades penitenciarias relevantes, deben ser llevados ante la Justicia, y se deben tomar todas las medidas necesarias para prevenir que estos ataques vuelvan a producirse”, agregó la portavoz en una nota remitida a la prensa.
Shamdasani expresó la “alarma” de esta instancia de la ONU por la muerte de 44 presos -“presuntamente a manos de miembros de un grupo criminal organizado”- y por la fuga de 26 reclusos, la mayoría de los cuales “están acusados de crímenes graves”.
“Esto se produce -dijo- después de que 31 detenidos murieran y 13 resultaran heridos el 4 de enero de este año en una confrontación entre grupos rivales en una penitenciaría en Altamira (Tamaulipas)”.
Naciones Unidas también instó al Gobierno mexicano “a garantizar que hay unos estándares mínimos en las condiciones de las cárceles federales y estatales, garantizando que la seguridad y la integridad de los detenidos es respetada de acuerdo con las obligaciones internacionales contraídas por México”.
Shamdasani recordó que el subcomité para la Prevención de la Tortura y de Otros Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes visitó México en 2008 e hizo una recomendación en este mismo sentido.
“También hacemos un llamamiento a la Comisión Nacional para los Derechos Humanos para que siga de cerca las condiciones de detención en todo México”, concluyó la portavoz.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció el viernes, un día antes de los sucesos del penal de Apodaca, un “alarmante patrón de violencia en las prisiones de Latinoamérica”, debido al “endémico problema” de superpoblación de las cárceles en la región.
“El mayor problema de la prisiones en Latinoamérica es la superpoblación. De media, las prisiones albergan un 30 % más de prisioneros de lo que deberían, pero en muchos casos se llega hasta el 100 %, lo que facilita las tragedias”, declaró en rueda de prensa el portavoz de la Oficina, Rupert Colville.
La declaración fue consecuencia del fuego que arrasó la semana pasada la cárcel de Comayagua (Honduras), en el que murieron 359 presos, en el penúltimo de una serie de episodios de violencia en centros penitenciarios de América Latina.
Para la oficina del Alto Comisionado, estos eventos demuestran un “patrón de violencia en la región, que es una consecuencia directa y se agrava por una larga lista de problemas endémicos que incluyen cárceles saturadas de forma crónica, y la falta de acceso básico a condiciones higiénicas mínimas”.
Ante esta situación, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU solicitó a todos los países latinoamericanos que establezcan mecanismos imparciales que puedan visitar las cárceles e implementar los estándares internacionales de trato a los prisioneros.
EFE