AFP.-
El turístico puerto de Acapulco estaba incomunicado por tierra y aire este lunes por las torrenciales lluvias que azotan a casi todo México y que causaron 11 muertos en esta localidad, donde las autoridades tratan de enviar ayuda y evacuar a 40.000 turistas.
El caos se apoderó del conocido centro vacacional del Pacífico, uno de los principales destinos de México, que en las últimas horas lograba un respiro con el alejamiento de las lluvias.
Mientras algunos realizaban compras de pánico, numerosos caimanes salieron de su hábitat ante el desbordamiento de la laguna de Puerto Marqués, complicando el rescate en las viviendas anegadas, con algunos de sus propietarios refugiados en sus techos, constató un periodista de la AFP.
“No hay energía y estamos rodeados de agua. La Marina (Armada) nos ignora, no deja entrar ni salir por el nivel de la corriente”, dijo a la AFP Carlos Álvarez, habitante del barrio Olinalá, donde los mismos vecinos se organizaron para rescatar a bordo de lanchas inflables a unas 40 personas.
“Hay casas y camionetas bajo el agua y no nos prestan auxilio”, añadió el vecino de este fraccionamiento, ocupado en su mayoría por turistas mexicanos que habían llegado para aprovechar el feriado de este lunes, en el que se festeja la independencia de México.
Desde el sábado, México sufre los efectos “históricos” de dos ciclones, Ingrid y Manuel, que aunque ya se debilitaron se extiendieron simultáneamente y desde costas opuestas sobre dos tercios de territorio mexicano, dejando a su paso al menos 40 muertos, según reportes oficiales.
En la costa Pacífico, donde se ubica Acapulco, Manuel ingresó el sábado como tormenta tropical y el domingo se degradó a una baja presión remanente y regresó de nuevo al mar, cerca de las costas de Nayarit (oeste), pero sus efectos se siguen sintiendo en buena parte del oeste y sur de México.
Del total de víctimas en el país, 11 fallecieron en Acapulco. Seis eran miembros de una misma familia que murieron al derrumbarse un cerro sobre su vivienda mientras que otros cinco fallecieron por deslaves y caídas de muros.
Otras 10 personas fallecieron en distintos puntos del estado de Guerrero (al que pertenece Acapulco), donde hay 50 municipios afectados, unos 238.000 habitantes damnificados y al menos 25 desaparecidos por las lluvias, de acuerdo con autoridades nacionales y locales.
Vacaciones infernales
Así, las autoridades organizaron con la Cruz Roja centros de acopio para enviar ayuda humanitaria al empobrecido estado.
Tras cuatro días consecutivos de lluvia, más de la mitad de Acapulco (680.000 habitantes) se encuentra inundada y al menos 40.000 turistas nacionales y extranjeros que acudieron al balneario en busca de arena y sol, se encuentran atrapados ante el cierre de carreteras y del aeropuerto internacional de la ciudad, informó el alcalde, Luis Walton.
Autoridades reportaron varios rescates de afectados en helicópteros, como uno de la Policía Federal de 26 adultos y 4 niños que se encontraban en la terminal aérea, que fue cerrada ante las fallas eléctricas y las inundaciones que ha padecido en algunas de sus áreas.
Un funcionario del aeropuerto dijo a la AFP que no quedan pasajeros varados en la instalación, mientras que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, apuntó que “una de las prioridades es que los viajeros puedan salir del puerto por vía aérea” a través de rutas alternas.
Caminos y Puentes Federales (Capufe) informó de su lado que la autopista exenta de cuota que conecta Acapulco con Ciudad de México podría restablecer sus servicios el martes por la noche y la de paga el próximo miércoles.
Las personas más afectadas se encuentran en la periferia y en la zona Diamante de Acapulco, un área hotelera donde las inundaciones llegaron a alcanzar en ciertos puntos cerca de tres metros. Algunos solicitaban auxilio a través de redes sociales para ser rescatados desde los techos de sus casas.
Unos 2.500 turistas seguían atrapados en el lujoso hotel Fairmont Princess, cuyos campo de golf y estacionamiento estaban bajo el agua, según informó a la AFP personal de ese establecimiento.
El presidente Enrique Peña Nieto viajó a Acapulco para evaluar los daños en el balneario, que fue hace décadas el destino favorito de muchas estrellas de Hollywood pero su imagen presente ha cambiado mucho y padece graves problemas económicos y de seguridad.
A finales del año pasado, el alcalde Walton declaró en quiebra a Acapulco ante la imposibilidad de pagar una millonaria deuda que supera los 170 millones de dólares.
Las autoridades han tratado de promocionar a este balneario pero en los últimos años ha estado marcado por un recrudecimiento de la violencia con fuertes disputas entre grupos del crimen organizado que se disputan el mercado de la droga.
No obstante, Acapulco sigue siendo uno de los primeros destinos de playa de los habitantes de la Ciudad de México, ubicada a unos 380 km al noroeste.
Miembros de la Marina mexicana aseguran las áreas de inundaciones para prevenir robos, el 16 de septiembre de 2013 en Acapulco
Un hombre montado en un jet ski en una calle inundada en Acapulco, México, el 16 de septiembre de 2013.
Turistas caminan por calles inundadas en Acapulco, México, el 16 de septiembre de 2013
Vista de los deslizamientos provocados en Xaltepec, Veracruz, el 16 de septiembre a cusa del ciclón Ingrid.