Dos hombres armados entraron en un gimnasio y asesinaron a cuatro personas en el barrio popular de Tepito de la Ciudad de México, de donde son originarios 12 jóvenes que hace un par de semanas desaparecieron de un bar en lo que sus familiares creen fue un secuestro masivo.
El alcalde capitalino Miguel Angel Mancera dijo que en el asalto del jueves por la noche murieron tres varones en el lugar, y un cuarto, identificado como el dueño del gimnasio, falleció posteriormente en el hospital.
El ataque ocurrió en el gimnasio Body Extreme, en Tepito, considerado uno de los barrios más peligrosos de la urbe, donde se encuentra el principal mercado de comercio informal, y localizado en el corazón de la capital.
Los hechos ocurrieron casi dos semanas después de que 12 jóvenes de Tepito desaparecieran en un bar de la Zona Rosa, un área turística del centro de la ciudad, por el que han sido detenidas tres personas, pero sin que se sepa aún el paradero de la docena.
Mancera reconoció el viernes en MVS Radio que está frente a una situación que puede afectar la imagen de la ciudad, considerada por años como un lugar ajeno a hechos violentos extremos como masacres o ataques que han pasado en otros lugares del país en medio de la lucha contra el narcotráfico que emprendió el gobierno federal anterior de Felipe Calderón (2006-2012).
“Esta ciudad es una lupa, que todo lo que pasa aquí es de resonancia nacional e internacional; me queda muy claro que no es la primera vez que nos enfrentamos a un hecho delictivo que causa alerta, alarma”, dijo el alcalde. Añadió que hasta ahora no hay un vínculo entre la desaparición y el ataque al gimnasio.
El gobierno de la ciudad sostiene que en la capital no se ha asentado ningún cartel de las drogas y que en algunos lugares, como Tepito, sólo hay grupos delictivos y pandillas que en todo caso se dedican al narcomenudeo.
En el gimnasio había alrededor de 30 personas, cuando entró un primer agresor y exigió a la gente tirarse al suelo, explicó Mancera el viernes a la cadena Televisa.
“¡Todo el mundo al suelo!”, “¡Todo el mundo al suelo!”, gritó el primer hombre, pero los asistentes al gimnasio no le hicieron caso y entonces entró el segundo atacante, relató el alcalde.
Mancera dijo que el segundo hombre dijo a las personas en el gimnasio “simplemente que ya habían valido” y entonces disparó contra las personas que finalmente murieron.
Aseguró que el ataque iba dirigido contra dos hombres, que iban acompañados de un tercero, a quien también mataron. Una cuarta persona, uno de los encargados del lugar, trató de intervenir y fue baleado.
La policía halló seis casquillos de bala dentro del inmueble, había dicho el alcalde horas antes.
La policía detuvo posteriormente a dos personas que iban armadas en el mismo vecindario. Estas abrieron fuego contra los uniformados, aunque sin herirlos.
Josefina Ramírez dijo que su sobrino era uno de los cuatro fallecidos, junto con dos amigos y un instructor.
“Llegaron dos encapuchados y les comenzaron a disparar”, dijo.
Tepito es considerado el principal centro de comercio para mercancía de contrabando por millones de dólares, desde armas de fuego y drogas, hasta artículos apócrifos.
El alcalde capitalino dijo que “hasta ahora” no hay un vínculo entre la desaparición de los jóvenes y el asesinato de las cuatro personas en el gimnasio.
“Pareciera ser una rencilla directa entre las personas que lamentablemente pierden la vida ahí y otro grupo de jóvenes”, señaló.
La desaparición de los 12 ha sido vinculada a un asesinato cometido el 24 de mayo en otro bar de la capital mexicana, de acuerdo con un funcionario de seguridad pública que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar oficialmente. Ambos delitos quizá tuvieron su origen en una disputa por la venta de drogas en las calles, dijo el funcionario, algo que grupos del crimen organizado de Tepito han controlado por décadas.
Sin dar mayores detalles, Mancera dijo que sí hay una posible conexión entre el asesinato del 24 de mayo y la desaparición de los jóvenes el 26 de mayo.
El tiroteo del jueves ocurrido tan cerca de los otros dos crímenes generó temor de que se esté gestando una batalla del crimen organizado en la Ciudad de México, que en gran parte ha salido indemne de las guerras entre cárteles que han generado tanta violencia en otras partes del país.
Mancera rechazó que haya una especie de batalla en la ciudad y dijo que tanto el caso de los jóvenes desaparecidos como el de los muertos en el gimnasio es un asunto “focalizado” de violencia que su gobierno trabaja para contener.
“Todo el esquema de seguridad de la ciudad de México está funcionando y va a seguir funcionando”, dijo.
AP/Redacción