La desviación de decenas de miles de vehículos que circulan diariamente inició el jueves en el cruce fronterizo de mayor actividad en la frontera entre México y Estados Unidos como parte de una ampliación que busca reducir las filas y permitir revisiones más minuciosas en busca de contrabando.
El reconfigurado cruce fronterizo de San Ysidro entre San Diego, California, y Tijuana, México, promete dar a los agentes de ambos países más tiempo y espacio para revisiones en busca de artículos de cruce prohibido sin afectar a los conductores que van y vienen de ambos lados de la frontera a trabajar, visitar a sus familiares y amigos, y a realizar compras.
Una semana de recorridos de prueba alivió los temores de que una curva muy marcada podría crear nuevos retrasos para conductores provenientes de México.
El presidente mexicano Felipe Calderón, que condujo por una caseta de revisión el miércoles por la noche, dijo que los viajeros pueden esperar un viaje tranquilo.
Las autoridades mexicanas indicaron que permitieron que hasta 21.600 vehículos por día tomaran la nueva ruta durante las pruebas que iniciaron el 24 de octubre, con esperas de solamente 10 minutos durante horas pico. Hasta 100 vehículos avanzaron por 22 carriles de revisión por minuto, muchos más de los ocho carriles del cruce anterior.
“Tal parece que evitamos el Carmageddon (embotellamiento monumental) fronterizo”, dijo Kenn Morris, presidente de Crossborder Group Inc., una firma de asesoría que ha estado estudiando los tiempos de espera en los cruces fronterizos.
Morris se refería a los cierres de la autopista de Los Angeles que generaron temor de embotellamientos épicos.
Calderón, que termina su sexenio presidencial el 1 de diciembre, aseguró que la expansión, que costó a su gobierno 76,4 millones de dólares, reducirá los tiempos de espera.
Los nuevos carriles desde México se amplían mientras el gobierno estadounidense se encuentra en medio de su propia expansión de 583 millones de dólares del cruce fronterizo de San Ysidro, que incluye planes para una curva en la carretera Interestatal 5 en California con destino a Tijuana.
AP