Agencias.-
Mediante un comunicado de prensa la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en Estados Unidos, condenó el asesinato del migrante mexicano a manos de un agente de la Patrulla Fronteriza en días pasados.
En el boletín señalan que se pidió una investigación exhaustiva a las autoridades correspondientes, y condenaron el uso de la fuerza letal por parte de la dependencia fronteriza. A continuación el comunicado íntegro.
La Secretaría de Relaciones Exteriores expresa su profunda preocupación por la muerte del mexicano Jesús Flores Cruz causada por el uso de arma de fuego por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza el 18 de febrero de 2014, en las cercanías de la garita de Otay Mesa, en California.
Asimismo, reitera firmemente que el uso de la fuerza letal en tareas de control migratorio es inaceptable, por lo que el Gobierno de México espera el resultado de las investigaciones y que se deslinden responsabilidades como corresponde.
La Embajada de México en Estados Unidos y el Consulado General de México en San Diego contactaron inmediatamente a la Patrulla Fronteriza en sus oficinas centrales y en esa localidad, para solicitar información sobre el incidente, determinar la identidad de la persona fallecida y confirmar su nacionalidad.
Adicionalmente, solicitó por la vía oficial una investigación exhaustiva de los hechos a las autoridades estadounidenses. El Consulado General de México en San Diego permanecerá atento para brindar la asistencia que sea necesaria a la familia de la víctima.
El Gobierno de México reitera la urgencia de que se adopten las múltiples recomendaciones sobre el uso de la fuerza letal por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza, que han emitido la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, así como el Foro Ejecutivo de Investigación de la Policía (Police Executive Research Forum), con objeto de evitar estos lamentables decesos que desafortunadamente ya suman 21 desde el año 2010.
Múltiples voces desde el Poder Legislativo de EUA y de la sociedad civil -en ambos lados de la frontera- se han sumado ya a este llamado crítico.
La coordinación bilateral y los intercambios técnicos iniciados en este ámbito son la mejor vía para prevenir situaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades estadounidenses. Sólo bajo este ánimo de cooperación entre ambos gobiernos podremos continuar construyendo una frontera común como una zona de prosperidad y desarrollo.