Un infante de marina estadounidense que desapareció en México el mes pasado junto con su padre y su tío pudo haberse encontrado con una disputa de tierras entre su familia y un vecino, dijeron familiares el martes.
El FBI anunció el lunes que buscaba información sobre la desaparición de Armando Torres, un veterano de la guerra de Irak, de 25 años, natural de Hargill, Texas. Él, su padre, Armando Torres II, y su tío Salvador Torres, fueron secuestrados de su granja en México, cerca de la frontera.
Patricia Torres, la tía del reservista, dijo el martes que su suegro — Armando Torres padre— había vendido parte de su granja en La Barranca, estado de Tamaulipas, a un vecino. Cuando el vecino dejo de hacer pagos por la tierra, Salvador Torres, se la quitó.
“Fue entonces que empezó la cosa”, dijo Patricia Torres a la entrada de la casa remolque de su sobrino. “Ellos dijeron que iban a vengarse y que ellos (los Torres) lo iban a lamentar. Un mes después, sucede esto”.
Además de la investigación criminal de las autoridades mexicanas, el FBI inició una pesquisa paralela internacional de secuestro.
Cristina Torres, hermana de Armando, habló con éste en la víspera de su desaparición.
“Creo que él quería ir y despedirse y decirle a mi padre que venía para aquí”, comentó Cristina Torres, de 24 años, quien vive en Harrisonburg, Virginia. Su hermano no había ido a México en años, porque como infante de marina no se le permitía cruzar la frontera, agregó.
El FBI dice que Torres cruzó el puente internacional a la altura de Progreso, Texas, con planes de visitar a su padre que también se llamaba Armando Torres II y a su tío Salvador Torres en su casa de La Barranca, en el estado de Tamaulipas, un pequeño poblado cerca del puente internacional de Los Indios.
Entre las 8 y 9 de la noche del 14 de mayo, Cristina Torres recibió una llamada de su prima de México, quien estaba en otra casa en la misma propiedad.
“De 10 a 20 minutos después que fueron secuestrados, mi prima me llamó”, relató. “Dijo que vio un camión blanco que llegó al lugar y dos hombre descendieron del vehículo y entraron a la casa y los capturaron y los llevaron afuera y los pusieron en el camión”, añadió.
“Contó que estaban discutiendo hasta que subieron al camión y partieron”, dijo.
La prima también le dijo a Torres que la casa de su padre había sido robada y los vehículos de los tres hombres fueron robados.
Más tarde, esa misma noche otro tío presentó un reporte en la Oficina del Alguacil del condado Hidalgo, señalando que Armando Torres había partido con destino a México a las 6 de la tarde. El tío dijo que había tratado de llamar al teléfono de su sobrino pero que su llamada entraba directamente al buzón de mensajes.
“Esto es a causa de la disputa de propiedad”, dijo Patricia Torres. “Pero las personas que tenían la propiedad estaban involucradas, creo yo, con el cártel, porque ellos fueron quienes se los llevaron”.
Cristina Torres dijo que había escuchado rumores de que los traficantes de drogas deseaban el rancho de su padre, pero dijo que no sabía si hubo amenazas específicas contra la familia.
Abundan las historias de los carteles del narcotráfico mexicano que se apoderan de los ranchos para facilitar sus operaciones de narcotráfico y las propiedades cerca de la frontera son particularmente atractivas. La franja de la frontera donde está situado el rancho es un importante corredor del tráfico de drogas para el cartel del Golfo.
Armando Torres revistó como infante de marina estadounidense en África e Irak, agregó. Se le diagnosticó que sufría de un desorden de estrés post-traumático y tuvo problemas de ansiedad y furia, comentó, pero estaba bajo control con medicamentos y tratamiento que recibió de la Agencia de Veteranos.
El joven había realizado trabajos agrícolas en los alrededores de Hargill en un esfuerzo por ahorrar dinero y mudarse a Virginia, agregó. Tiene dos hijos, pero está separado de su esposa. Él y sus hijos la visitaron en Virginia en noviembre, relató.
AP