Una aerolínea británica de bajo costo creará en agosto una nube volcánica artificial sobre Europa a fin de probar una tecnología para la detección de ese tipo de material.
El experimento tiene como propósito evitar el caos que paralizó el tránsito aéreo durante la erupción de un volcán ocurrida en 2010 en Islandia.
La compañía easyJet anunció el jueves que para hacer la prueba compró una tonelada de ceniza que recogieron científicos en Islandia meses después de ese evento volcánico.
El tránsito aéreo prácticamente fue suspendido durante días en Europa y millones de pasajeros quedaron varados en tierra debido a los temores de que la ceniza pudiera ocasionar fallas en los motores de las aeronaves y de que fuera muy peligroso atravesar las nubes.
EasyJet PLC dijo que trabaja con Airbus y Nicarnica Aviation, una compañía noruega de investigación, en el desarrollo de tecnología infrarroja con la que se dotaría a los aviones; las imágenes de alguna nube de ceniza serían transmitidas a los pilotos y operadores de control en tierra.
La aerolínea dijo que el sistema, que funciona como un radar del clima pero para detectar ceniza, permitirá a los pilotos ubicar una nube de este material que se encontrara a unos 100 kilómetros (60 millas) delante de la aeronave. El piloto podría entonces hacer pequeños ajustes a la ruta de vuelo del avión para evitarla.
“No existe en la actualidad tecnología de radar para detectar la ceniza, e incluso durante la luz del día los pilotos no pueden verla”, dijo Ian Davies, director de ingeniería de easyJet.
“La tecnología a bordo nos permitirá tener una imagen de tercera dimensión del lugar donde se encuentra la nube de ceniza y la dirección en la que se desplaza”, agregó.
Para probar la tecnología, un avión de pruebas de Airbus creará la nube mediante la dispersión una tonelada de la ceniza volcánica en la atmósfera.
Un segundo Airbus provisto con la tecnología intentará detectar y evitar la nube a una altura de más de 9.144 metros (30.000 pies).