La deuda que acumulan los estados y municipios mexicanos supone un riesgo pequeño para el Gobierno federal, afirmó hoy la calificadora Moody’s, que recomendó al Ejecutivo mantener su política de no rescatar a las regiones con crisis de liquidez.
La agencia estadounidense señaló en un comunicado que “el riesgo que representa la deuda subsoberana para el Gobierno federal es pequeño”, ya que equivale a alrededor de 2,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional.
Por ello, confió en que el Gobierno federal mantenga su política de no rescatar a estados o municipios con crisis de liquidez.
Explicó que dichas crisis, que han causado incumplimientos en el pago de deudas de corto plazo, “son el legado de un rápido crecimiento de los gastos operativos” en algunos Gobiernos, lo que que ocasionó la dependencia de deuda adquirida con bancos y proveedores.
“Por ahora, la calidad crediticia general del sector continuará débil”, pero no se trata de un problema de solvencia, dijo Francisco Uriostegui, autor del informe “Estados y municipios mexicanos: La contracción de liquidez no refleja un riesgo sistémico mayor”.
Moody’s consideró posible que “las presiones de liquidez detonen otros eventos crediticios que afectarán principalmente las obligaciones de corto plazo”.
En relación a la deuda a largo plazo que se encuentra respaldada por fondos federales, que representa el 90 % del total de Gobiernos estatales y municipales, la calificadora indicó que “ha tenido un buen desempeño”.
Después de varias bajas de calificaciones de gobiernos estatales y municipales en el último año, actualmente “son consistentes con los riesgos que representan los déficits, que han permanecido constantemente altos”, según el reporte.
El 68 % de los estados y el 87 % de los municipios calificados por Moody’s en México se encuentran dentro del grado especulativo, precisó.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció recientemente que en febrero próximo presentará una iniciativa de ley de responsabilidad fiscal para poner en orden la deuda de los estados y municipios.
Aunque no todos los estados y municipios están en condiciones de endeudamiento desbordado, “no pueden seguir ocurriendo esos casos de excesos que ponen en riesgo la estabilidad económica y financiera del país”, aseveró entonces.
El Gobierno federal considera que rescatar a los estados y municipios endeudados generaría un precedente indeseable, además de que carece de una partida en el presupuesto para ello.
Según cifras de la Secretaría de Hacienda, los pasivos de los estados y municipios pasaron de 1,7 % del PIB en 2008 a 2,8 % en 2011.
Al 30 de septiembre de 2012, la deuda total de las entidades federativas y municipios ascendía de 406.764,6 millones de pesos (unos 32.028 millones de dólares).
AFP